Patri & Ivars & Mario
Lo primero que hicimos en Oslo, fue coger un avión a Stavanger, donde está el Preikestolen, que significa "el púlpito" también conocido como "el piedro" en mi casa. Es una roca con una caida de 500 metros desde donde se puede ver como el fiordo corta la tierra. Siempre había querido ir, así que les convencí para ir a Stavanger y subir al púlpito.
Al llegar a Stavanger, nos dijeron que estaba cerrado (aunque no entendíamos como una montaña podía estar cerrada), así que desilusionados dimos una vuelta por la ciudad.
Paseando encontramos el ferri a Tau, camino que se tomaría si fueramos al Preikestolen, y como la ciudad no es muy grande, decidimos subirnos a él.
Con mentalidad muy de "Forest Gum", al llegar a Tau vimos que podíamos seguir hacia delante camino al piedro, y seguimos. Y llegamos a Jorpeland, donde el autobusero nos dijo que podía llamar a un taxi para que nos llevara a Preikestolen. Y pasito a paso llegamos allí.
No voy a comentar que fuimos tan ilusos de creer que el taxi nos iba a dejar directamente en la cima. En su lugar comentaré que por segundo año consecutivo, pasamos el cumpleaños de Patri haciendo senderismo, aunque esta vez con nieve, lluvia y helada (por ese orden). Ivars y yo demostramos nuestra cabezonería cuando en medio de semejante tiempo insitimos en subir. Y subimos... Nunca he visto ninguna vista que me haya emocionado tanto. Había visto los fiordos desde barco y me pareció especial. Pero verlos desde arriba...Estas son fotos de la subida, las de arriba del todo aun no las tengo, porque la cámara de Patri se rayó y se quiso cargar las fotos de ese momento mágico, pero de algún modo las han recuperado, así que cuando las tenga, colgaré las fotos de mi momento en la cima del púlpito.
Después de Stavanger, yo volvía Oslo porque tenía que empezar con el laboratorio, y los niños se fueron a Bergen 2 días.
De vuelta a Oslo, hicimos un poco de turismo por la ciudad:
LA FORTALEZA
BARBACOA EN EL LAGO: Patri, Ivars, Mario, las gaviotas, los patos y yo
VIGELANDS:
RUINAS DE HOVEDOYA:
La última noche hicimos cena de despedida al estilo Patri: mucha comida
Estuvo guay la visitilla, pero me faltó un día a solas con Patri para hacer de las nuestras. Lo más parecido fue el día de superresaca después del cumpleaños de Pirjo, pero estaba demasiado mal para haber disfrutado de la compañía.