Ampe en Oslo!

Dicen que hablamos muy alto, que siempre vamos juntos, y que al final siempre acabamos solos hablando español entre nosotros... es cierto.

15 abril 2007

Andreu at Oslo

Con un "ya tengo los billetes, la semana que viene nos vemos" Andreu se plantó en Oslo. Llegó el día de antes de mi exámen, así que muy generosamente, Pablo-getafe se hizo cargo de él hasta que acabé mi exámen. Después el plan estaba claro: ir al Vigelands y emborracharnos.

El botellón en Noruega no es una práctica muy común, y aun menos a las 12 am. Sufrimos para abrir la botella, por lo que no empezamos a estar borrachos hasta la 1pm, momento en el que Andreu descubrió que tenia un bote de pintura verde en la mochila. Así que, con el mismo razonamiento que nos había llevado a beber a las 12 en Vigelands, decidimos hacerlo con la cara verde.

En plena euforia alienígena, decidimos compartir nuestro verde momento con más amigos, así que volvimos a la residencia borrachos y con la cara verde en busca de amiguitos que se quisieran emborrachar con nosotros a las 5pm.
En ese trayecto descubrí 3 cosas:
1º- Los noruego sosos se vuelven muy majo cuando te ven con la cara verde por la calle (me sorprendió el buen rollo de la gente con la que nos íbamos cruzando).
2º- Resulta difícil encontrar a gente dispuesta a emborracharse contigo a las 5 de la tarde, sea cual sea el motivo.
3º- Resulta muy difícil subirse a una estatua que hay en medio de la calle cuando el alcohol corre por tus venas.
Al final optamos por compar una caja de botellines de cerveza y acoplarnos en casa de Ana.


Ana nos dejó entrar con la condición de que ella no bebía ni se pintába la cara de verde porque tenía que recoger a sus padres. Le dijimos "si, si, si..." le dimos un botellín tras otro y al final también acabó con la cara verde.
Luego había una fiesta en la que la gente tenía que ir de verde, y cuando llegamos la gente creía que teníamos la cara verde por la fiesta. Personalmente no aguanté nada en la fiesta, porque a las 12 ya iba sobria y pasaba de volver a emborracharme. Moló mucho el primer día de Andreu en Oslo.

El día siguiente (sábado) fue más de tranqui, es más no salimos de casa en todo el día. Pero cuando nos levantamos el domingo ya estabamos recuperdos y con ganas de hacer cosas. Fuimos a comer al lago que aun estaba congelado, pero hacía un día superbueno.


Y por la noche, fiesta en casa de Leonardo y Lorenzo para celebrar el cumple de Leonardo (22 añitos), con la visita especial de Linda que vino por sorpresa (en la 3ª foto, la chica con el pelo rizado).

Fue una buena fiesta, sin demasiada gente, pero la verdad es que no nos hicieron falta más.
Al día siguiente fue el último día de Andreu. Coincidió con el SuperMondag (la fiesta el primer lunes de cada més). Así que salimos de fiesta y tras la fiesta Andreu cogió el autobús hacia el aeropuerto. Esta fiesta no fue muy allá, más que nada porque estuvimos esperando media noche en la cola. Pero aun así me moló cuando conseguimos entrar.
Fueron unos días muy muy divertidos, y los Pablos y Andreu congeniarion mucho, incluso creo que lo prefieren más a él que a mi :'( Pero no sé si hubiera sobrevivido más días así...