DE FIESTA EN ATOMARPORHEIM
Llegué el jueves a las 7am destrozada y vino a recogerme una versión encafeinada de Vero que había estado de fiesta toda la noche. La decisión fue unánime: dormimos el jueves.
Por la noche más frescas que unas rosas salimos de fiesta. Estuvo bien. Noruegos borrachos dando la bara... no sé, lo de siempre pero con distinta gente.
La auténtica fiesta fue el viernes...
Vero decidió hacer cena con sus amigos, lo cual me pareció genial y me ofrecí a ayudarla. Hicimos tortilla de patatas, croquetas y gelatina de vozka. Yo me había llevado una botellita de vino, y como los fuegos dan mucho calor, pues sin darme cuenta me bebí media botella (la otra media se la bebieron entre Vero, María y Marta). Vamos, que cuando llegó el resto de gente para cenar yo ya iba muy happy.
Tras la cena empezamos con chupitos de Vozka que trajo la hermana de Tibo, pero antes nos comimos la gelatina de vozka. Conclusión, cuando salí de casa de Vero ya iba a 4patas.

(Os presento a la gente de Vero: la niña con la camiseta rosa es Marta y la de la camiseta verde María, son un cielo y las quiero en Oslo ¡YA!; los niños que están a la izquierda de la foto son los italianos Valerio, en primera línea y Sebastián detrás de él; y por último Tibo, el francés, a la derecha de la foto. Son muy buena gente, me hicieron sentir super agusto, tanto que no quería volver a Oslo).
Bueno, pero no os creais que nos emborrachamos así porque sí... que va... teníamos una buena razón: ¡¡¡CARNAVALES TARDÍOS!!! Nos disfrazamos de BOTELLA DE VOZKA.
Fue genial. Con lo alegre que estaba yo, Vero me llevó a la fiesta y me dejó libre como un pajarillo. Hablé con todo el mundo (aunque no recuerdo ningún nombre). Me lo pasé genial, pero no tengo muy claro que hice toda la noche, pero recuerdo hablar con mucha gente distinta.
Pero en algún momento sí que estuve con mi niña:
El final de la noche fue apoteósico. Entramos Vero y yo por la ventana de la cocina de Marta para hacer el resopón. Vero reptó por encima de la mesa, y cuando ya no le quedó mesa, se tiró al suelo de cabeza y reptó por el suelo. Y después Marta nos embutió salchichón en el gaznate. Atragantadas volvimos a casa.
A la mañana siguiente (o tal vez tarde) me desperté aun borracha. Me bebí media botella de coca-cola y también le llevé un poquito a Verito a la cama para que se despejara. Me volví a meter en la cama hasta que Vero puso La Domenic Mattina (de Matrioska). Salté de la cama y me puse a bailarla encima de la cama.
El Sábado fue de tranquis y el domingo de turismo.
Me lo pasé genial en Trondheim. Tengo que volver.
2 Comments:
Siiiii!!! Vuelveeee!!! Y traete a la gente de alli!! que me deben una visita.
Y nosotras planearemos Oslo...ves preparando fiestas.
Jooooooooooooooooooo......qué envidia me dais...................a ver cuando volvéis a valencia y salimos por ahi perracas...que no hacéis más que ponerme los dientes largos.............largos largos COMO UN PIANO
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