International Chateau Neuf Party


Cuando llegamos de Bergen, ¿que nos encontramos? Una fiesta EN LA QUE LAS MUJERES NO PAGAN (oe!!). Y simplemente había que ir y llenar el garito. El grito conjunto de protestas masculinas de todas las nacionalidades no consiguió evitar las 50 Koronas de la entrada. Así que allí nos juntamos todos y todas.
Al llegar allí, descubrimos que lo organizaban amigos nuestros mexicanos (ver fiestas anteriores), y aunque solo conseguimos sacarles una cerveza (ni siquiera nos invitaron al guardarropa) tuvimos el privilegio de poder pedir canciones.
Lo malo de Oslo, es que la residencia está donde Cristo perdió el gorro y volver a pata a las cuatro de la mañana no es lo más agradable, y aunque volvemos en grupo y de risas, la hora de pateo cuesta arriba, no nos la quita nadie.
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