

Como subir a Kringsja (la residencia) no nos pareció suficiente, al día siguiente decidimos seguir subiendo la montaña (vendrán por la montaña cuando vengaaaaan, vendrán por la montaña cuando vengaaaan, vendrán por la montaña, vendrán por la montañaaaa, vendrán por la montaña cuando vengaaaan...), y nos comimos 10km cuesta arriba detrás de unos híbridos entre cabramontesa y noruegos (cómo brincaban los jodíos).
Al llegar nos esperaba una cerdita preñada que por la noche dio buena cuenta de la basura que sacamos.
La merienda noruega consistió en: cafés, tés, pastas y sopa de tomate (me dejó sin palabras).
Para combatir el cansancio de la caminata, unos pasaron gran parte de la tarde en la sauna mixta, acompañada de posteriores duchas frías para bajar los calores.

Mientras el resto sudaba, la pringá que escribe, se puso a hacer la cena PARA 64 personas hambrientas. Fue terrible descubrir que embasaban la carne picada como comida de perros, aunque el resultado final no estuvo mal del todo.
LA NOCHE... que decir de la noche. Fue una de las mejores noches. Personalmente creí que estaría muerta y dormiría como un bebe... pero la conexión franco-hipano-italiana nos hizo fuertes para sobrellevar el cansancio acumulado y quedarnos charrando y bebiendo hasta las mil.
2 Comments:
Vale, no, aqui no habia comentado nada...
ahora si.
Y el caso es que habia comemtado en la entrada anterior, pero se ve que tampoco...jodida tecnologia.
Decia queeee...que si estos noruegos no tienen otra cosa mejor que hacer que poner las jodidas residencias en medio de la jodida montaña, a tomar por saco de las jodidas zonas de marcha...porque aqui desde el centro festero de la ciudad tenemos una hora de caminata p'arriba...y eso a muchobajocero no quiero ni pensarlo...y sin alcohol!! Por dios, quiero ron! Que alguien empiece a destilar patatas ya!!
Besitos desde Trondheim! El miercoles estoy en Oslo! Oeoe!
Vero.
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